¿Cómo han estado? Sí, lo sé, estoy en falta con ustedes, pero ando trabajando -se los aseguro- con cositas que les iré mostrando, sólo que hay momentos en que otras actividades te alejan de hacer cosas que también me gustan como publicar en el blog.
El post de hoy habla acerca de trenzas. Bueno, mejor dicho, de mi loco amor por ellas. U obsesión, tal vez jeje... El caso es que el 2013 lo inicié con un deseo loco de aprender a hacerlas. Miento, siempre tuve el deseo loco, pero siempre fallaba en el intento hasta que un buen día me salió una. Y luego no pude parar. Encontré que eran la solución para llevar más o menos ordenado el cabello (lo tengo ondulado y en capas). Y aunque muchas veces, lo admito, me he quejado de mis rulos desordenados, confieso que no los cambiaría por nada. Encontré que, gracias a la textura de mi cabello, podía realizar las trenzas con cierta facilidad. Ahora las llevo casi siempre. De no saber absolutamente nada, pasé a aprender a hacerlas en mi cabeza y no me ha ido tan mal. De hecho algunas personas me preguntaban dónde me las habían hecho (sonrisa de satisfacción plena). Así que quería compartir con ustedes algunas fotos de looks que he ido recreando con mis trenzas y con las que sigo practicando y tratando de mejorar con el paso de los días.
Mi favorita y, al menos para mí, la más sencilla de realizar es la superpuesta o "dutch braid" y estos son algunas variaciones de esta trenza.
Aquí dejé libre el flequillo:
Y en este look trencé incluso el flequillo (por eso también hay partes donde los cabellos más cortitos quieren escapar):
Y esta es una variación trenzando desde adelante hasta atrás y llevándolo a un lado:
¡Y ustedes cuéntenme si se animan a hacerlas! Espero pronto poderles enseñar mis progresos.
¡Hasta pronto!
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